Los vinilos de impresión nos ofrecen multitud de posibilidades cuando se requiere un diseño llamativo y creativo para resaltar nuestros productos o servicios.

Podemos diferencias varias tipologías en función de su fabricación, que los otorgan de cualidades excepcionales en cada uno de los casos.

 

Existen tres tipologías principales según su fabricación:

  • Vinilos monoméricos: Son aquellos que se fabrican a partir de una masa plástica aplastada y extendida por rodillos. Tienen un espesor mayor en micras, lo que lo hace menos elástico y duradero. Sin embargo, resultan perfectos para trabajos en interiores o que no requieran extenderse en el tiempo (como campañas promocionales).
  • Vinilos poliméricos: Aunque se fabrican también por rodillos, ganan elasticidad y durabilidad al añadirle polímeros. Válidos también para exterior, presentan una buena alternativa para trabajos que requieran calidad sobre sustratos planos o ligeramente curvos.
  • Vinilos fundidos: Fabricados mediante fundición, se logra una película muy fina y estable. Ideal para exteriores sobre sustratos que presenten a priori alguna dificultad (superficies irregulares) y para trabajos que requieran gran durabilidad (como la rotulación de vehículos)

 

Para conseguir un mejor acabado en las impresiones y aumentar la durabilidad de los trabajos, se recomienda proteger los trabajos impresos con un laminador que corresponda a la calidad del mismo.

Los vinilos de impresión nos ofrecen multitud de posibilidades para nuestras campañas publicitarias o decoración de stands, tiendas o escaparates. Además, con su diversidad de acabados y capacidad de agarre, pueden darse uso tanto en paredes, como en vehículos o rótulos, según su tipología concreta.