El policarbonato celular es un material plástico que se emplea con normalidad en nuestra vida diaria.

Características del policarbonato celular

Con una alta resistencia a las condiciones climáticas y a las variaciones de temperatura (entre -40º C y +130º C) gracias a su protección a los rayos U.V., dota los acristalamientos exteriores de gran aislamiento térmico (con hasta un 40 % más que el cristal). Esto nos ayuda a su vez a un ahorro en el coste de energía.

Además, presenta buena solidez al impacto, a las cargas mecánicas y a los productos químicos.

Las placas de policarbonato celular ofrecen unos índices altos de transmisión lumínica (hasta el 88 % en 10 mm.). Al favorecer el aprovechamiento de luz natural resultan ideales para:

  • El cerramiento de terrazas y pérgolas.
  • Su empleo en bóvedas y lucernarios.
  • El acristalamiento de techos (invernaderos, cubiertas de piscinas),

A pesar de su longitud (de hasta siete metros), cuando hablamos del policarbonato celular, podemos destacar su facilidad de instalación con herramientas comunes. Además, su mantenimiento requiere poca exigencia. Hablamos de un material termoformable y moldeable en frío, difícilmente inflamable, reciclable y con una garantía aproximada de diez años. Esto resulta en un material atractivo y con gran calado en el mercado.

Las planchas de policarbonato celular se diferencian principalmente del policarbonato compacto por sus láminas de estructura alveolar.  Aún con doble cámara para el espesor de 16mm., resulta mucho más ligero y económico en precio por unidad. Es por ello, que se presenta como la opción más aconsejable para algunas aplicaciones, como son los abovedados o cubiertas.

Aunque menos conocido, también es usual su empleo en rótulos publicitarios, revestimientos, tabiques y marquesinas.